Autor(es): Elisabetta Bertola
Resumen: Seguir, a través de la prensa italiana, los acontecimientos de la revolución mexicana lleva, ante todo, a establecer los lazos tanto directos como indirectos, que unían a este país europeo con una república latinoamericana y a intentar especificar los intereses que despertaba una revolución como la mexicana en la clase dirigente, la prensa y el público italiano. Precisamente en 1910 Italia estaba saliendo de la crisis posunitaria que había conmovido su vida económica y política durante toda la segunda mitad del siglo anterior, crisis que había agudizado las diferencias económicas y culturales entre el norte, que se encontraba en vías de industrialización y modernización, y el sur agrícola, dominado económica y políticamente por los grandes terratenientes. Desde principios de siglo hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial, el gobierno estuvo dirigido por el ministro liberal Giolitti, representante de la burguesía italiana iluminada que, tal como lo hiciera en política interna, se basaba tanto en el apoyo de la derecha, como en el de la izquierda y actuaba de la misma forma en política internacional: es decir que a pesar de encontrarse ligada por un tratado con Alemania y Austria efectuó un acercamiento a las otras grandes potencias europeas, Francia e Inglaterra. En cuanto a su política colonial abandonó, en parte, los proyectos expansionistas en África, objetivo colonial de los gobiernos anteriores.