Autor(es): Rebeca Monroy
Resumen: Juan Felipe Leal et al., Placeres en imagen. Fotografía y cine eróticos 1900-1960, Ángel Miquel (comp.), México, Ediciones Sin nombre/ UAEM-Facultad de Artes, 237 pp.
Es un libro compilado por Ángel Miquel a partir de la presentación de 16 trabajos realizados por 17 diferentes especialistas e investigadores de la imagen. Es un texto múltiple y de muchas facetas por su contenido, un material que de suyo resulta atractivo desde el título pero aún más por la diversidad de visiones sobre un tema tan poco explorado por la academia en nuestro país. Sin embargo, quien se acerque a este material pensando en encontrar su libido o desbordarla, puede acabar en otro lugar de la atmósfera erótica de la vida. Esto es: en cada uno de los ensayos aparece una rica gama de propuestas y análisis de las imágenes eróticas presentadas desde la mirada en el cine y la fotografía. Si bien estos textos son el resultado de un coloquio, resulta más que agradable ver la alteración cronológica del origen de la litografía/fotografía en relación con el cine, ya que Ángel Miquel los ordenó bajo una interpretación más bien temática sobre los placeres, el erotismo, el moralismo y la trasgresión sexual. De esta manera, se escribió sobre el simulacro y las simulaciones en lo artificial, del eros transgresor mexicano, sobre los territorios del cuerpo, el deseo en la piel, el amor vinculado al deseo, los símbolos sexuales aunados a la erótica del desnudo femenino, sobre la litografía y la fotografía al desnudo, el cuerpo femenino y la identidad frente al placer, el deseo desnudo en pintoras transgresoras, las supuestas “meretrices” de la Casa de Citas (que al parecer no era un prostíbulo sino la casa del político Manuel Medina Garduño). Asimismo aparece la sensualidad explícita de los calendarios o de las fotos del blanco y negro desde un hotelito urbano, a las fotos en color de las chicas “güeras” de Tijuana. Todo ello que aún gira en torno al cuerpo femenino, sus redondeces, sus transgresiones y deformaciones morales. Sólo uno de esos artículos se destinó a la mirada femenina ante el cuerpo masculino, ese erotismo poco mencionado en la historia cotidiana y académica, reluce en uno de los textos con ánimo puntual. La compilación de estos 16 textos no es sólo de investigadores mexicanos sino también los hay latinoamericanos, europeos y estadounidenses, siempre en relación con los materiales y la producción visual fija o en movimiento realizada durante 60 años. La versatilidad de los autores, los diferentes métodos de análisis, la diversidad teóricametodológica aplicada, reúne un material muy rico en propuestas de análisis y en la comprensión de un fenómeno muy poco estudiado de manera tan sistemática y diferenciada en el país. Es por ello, que la libido y la libidinosidad persistentes en los lectores morbosos y de hormonas exuberantes a lo mejor se llevan entre sus neuronas y sus ojos una nueva forma de ver y de saber el acto erótico. Para empezar, los trabajos de cine abarcan desde el cine danés y sus orígenes —pasando por las diferentes películas mudas realizadas en Latinoamérica entre los cines mexicano, peruano y colombiano— analizados desde un método comparativo. Con el análisis puntual del cine mudo mexicano se revisa el erotismo implícito de las mujeres en la pantalla, hasta llegar al cine de vanguardia realizado por Eiseinstein, en su apego a esta tierra y cielos mexicanos con sus mujeres dibujadas y garabateadas hasta hacerlas presentes en la pantalla afrodisíaca.