Los periódicos de la Casa del Obrero Mundial. Prensa obrera durante la Revolución mexicana

Autor(es): Anna Ribera

Resumen: Expandir la Idea, así en singular y con mayúscula, fue el propósito fundamental de los anarquistas desde el siglo xix. Si la revolución que planeaban había de ser el resultado de la suma de voluntades individuales unidas en la construcción de la sociedad libertaria, había que ir propagando las estrategias para alcanzarla, así como la felicidad que en ella la humanidad alcanzaría. En la difusión de sus ideas, de la Idea, el proletariado militante recurrió a mítines, a veladas literarias, a conmemoraciones, a la formación de sociedades y, de manera preponderante, a la prensa. La extraordinaria expansión del pensamiento anarquista en todo el mundo estuvo ligada a la proliferación de periódicos anarquistas, de poca o larga duración, publicados en grandes ciudades o en pueblos pequeños, que divulgaban la “buena nueva”. El movimiento y la prensa ácratas tenían conciencia del papel insustituible de las publicaciones periódicas. Tierra Libre de Barcelona, en su primer número del 11 de agosto de 1908, afirmaba en su editorial: “El periódico es la acción más firme, más universal, más eficaz para la propaganda, la defensa y aún el ataque. Más que la palabra que se lleva el viento, robustece a los débiles, da coraje a los tímidos y arraiga con más fuerza las convicciones y el amor hacia los ideales”.

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