Guerra, dictadura y cobre. Crónica de una ciudad asediada (Agosto-Diciembre 1841)

Autor(es): María Gayón Córdova

Resumen: en los primeros días de agosto de 1841 llegaba a la ciudad de México la noticia de un nuevo pronunciamiento: el general Mariano Paredes y Arrillaga, jefe militar del estado de Jalisco, se levantaba en armas en contra del presidente de la República, don Anastacio Bustamante. En su programa exigía la formación de un Congreso Nacional con el objeto de reformar la constitución de 1824. La noticia corrió pronto en la ciudad de boca en boca confundida con las más diversas especulaciones y rumores. Sin embargo, el ánimo general se inclinaba, abrigando falsas esperanzas, por considerar que el asunto tenía poca importancia y que el levantamiento sería rápidamente suprimido. Lejos de suceder esto, la chispa de la rebelión prendió intempestivamente. El levantamiento fue secundado en varias provincias del país insurreccionándose generales con mandos  en Zacatecas, Durango, Guanajuato, Ouéretaro y en el Departamento de Veracruz, donde el levantamiento reflejaba claramente los intereses de los comerciantes del puerto. De esta manera, los rumores y las especulaciones que corrían en la capital del país fueron sustituidos por los fatales hechos: desafiando al gobierno constituido, a las tres de la tarde del 31 de agosto de 1841 el general Gabriel Valencia, se acuarteló con más de mil hombres armados en el edificio de la Ciudadela. La respuesta no se hizo esperar: la ciudad fue declarada en estado de sitio y el presidente Bustamante, en defensa de su gobierno, tomó directamente el mando de las tropas. A partir de entonces la ciudad de México viviría días de guerra, hambre y angustia.

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