Las apariciones de Cihuacóatl

Autor(es): Rodrigo Martínez

Resumen: Durante las décadas que siguieron a la fundación por los franciscanos, hacia 1531, de la primitiva ermita dedicada a Santa María en el Tepeyac, la popularidad de su culto fue en aumento entre los indios. Al adorar a la Virgen, los indios reverenciaban a la diosa madre Tonantzin, nuestra madrecita. En cuanto se les evidenció su naturaleza idolátrica, los franciscanos se opusieron a los “cultos de sustitución” que ellos mismos habían contribuido a iniciar. Aunque no fue el primero en hacerlo, fray Bernardino de Sahagún fue quien denunció más claramente la naturaleza idolátrica de estos cultos sincréticos, sólo aparentemente cristianos. Uno de ellos era el de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac, al norte de la ciudad de México. Transcribo el célebre texto de Sahagún, escrito en 1576, que se encuentra en la “Nota” sobre idolatría, en español únicamente, sin traducción al náhuatl, inserta en el capítulo XI del Códice florentino o Historia general de las cosas de la Nueva España.

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