Los cuarenta: seductora ciudad

Autor(es): Emma Yanes

Resumen: La ciudad es un espacio compartido. Su arquitectura, distribución, calles y vías son espejo de la historia del país. Es sede de los que añoran la colonia (Coyoacan); de los liberales (la Roma con sus nombres nacionales: Mérida, SanLuis Potosí, Aguascalientes); de porfIristas (la Doctores, la Juárez pru:,adójicamente extranjerizante: París, Versalles, Liverpool); de proletarios (Peralvillo, Balbuena, la Obrera, la Merced). La ciudad conserva lo viejo, se adapta a lo nuevo, sobrevive. Crece yen su afán por convertirse en metrópoli no pone límite a su expansión. En su cotidianeidad hay un juego de democracia (en ella cabemos todos) y de autoritarismo (manda y pone las reglas de convivencia el gobierno). En el crecimiento de la ciudad se genera la confianza en el progreso del país. Ya se sabe: las principales batallas de la guetta civil tuvieron como escenario la provincia. El Distrito Federal fue sólo testigo de la Decena Trágica y la innolvidable carestía y hambre de 1915. La revolución trajo la provincia al centro: el territorio a conquistar. Se pelea en la provincia: se gana en la capital. Dos herencias del porfiriato: presidencialismo y centralismo. Ningún gobernante posrevolucionario -de Carranza a Miguel Alemán- es oriundo del Distrito Federal: toman la casa ajena, se instalan en ella como lo hacen los agraristas en las haciendas. Ni quien los mueva. Desde aquí ponen y quitan gobernadores a su antojo. En la constitución se plasman las conquistas populares. Abran cancha: se quiere vivir en el espacio geográfico del poder, enuna ciudad grandota, a la medida de la revolución mexicana. De los años veinte a mediados de siglo se concentra en la metrópoli no sólo el poder político, también el económico: obra pública e inversión industrial para la capital. Esos son los antecedentes de nuestra explosión urbana. A principios de los años veinte se inicia el despegue económico. La ciudad empieza en el centro y tiene como frontera la colonia de los Doctores, la Obrera, Nonoalco, Buenavista, la Morelos. Los trabajadores viven cerca de sus fábricas. Laboran en los ferrocarriles, la industria textil, la del tabaco, o son artesanos con talleres propios. Las fábricas se concentran en Nonoalco y la Obrera. El gobierno pone a la venta lotes cercanos a esas zonas para fomentar la creación de las colonias proletarias. Claudio Bernal es un canal que trae agua desde Xochimilco; Niño Perdido y José T. Cuéllar también son canales. A la Villa de Guadalupe, Tlalpan, Coyoacan y Xochimilco se llega en tranvía, toda una aventura de domingo.

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