Urbanización y política. Los henriquistas en la ciudad de México

Autor(es): Elisa ServÍn

Resumen: El primero de junio de 1944 la prensa de la ciudad de México anunciaba a ocho columnas un cambio de vida en la capital mexicana. A partir de ese día entraba en vigor el horario corrido en la industria, el comercio, las oficinas federales y las instituciones bancarias y se ponía fin a la costumbre de ir a comer a la casa, dormir la rigurosa siesta y regresar a trabajar. Losrestoranes anunciaban sus “lunchs”, así, a la americana y algunos periódicos pronosticaban el inicio de una guerra entre esta novedosa afición y el tradicional gusto por los tacos. Las fotos de las primeras planas mostraban a secretarias, oficinistas, funcionarios, posando en los nuevos comedores de las empresas, en las calles del centro, en la Alameda, acostumbrándose a comer dúrante el horario de trabajo. A partir de ese momento, la ciudad de México adquiriría otro ritmo, un ritmo de modernidad. Este evento habría de ser tan sólo un ingrediente más en un proceso mucho más amplio y complejo que iniciado bajo la presidencia de Manuel Avila Camacho, tendría su mayor desarrollo durante los sexenios de Miguel Alemán y Adolfo Ruiz Cortines. La transformación de México en un país predominantemente urbano e industrializado se convirtió en el eje del proyecto político y económico que impulsaron estos presidentes y que tuvo como uno de sus efectos más importantes la expansión y desarrollo de la ciudad de México, históricamente sede del poder y símbolo del centralismo mexicano. Durante las décadas de los cuarenta y cincuenta, la ciudad vivió un proceso de desarrollo, tanto en términos de población, como de extensión geográfica, producto de una combinación de factores: por una parte, la concentración y crecimiento de muchas de las nuevas industrias en que se basó el proceso de modernización económica, lo que genero requerimientos de mano de obra que fomentaron y aceleraron el fenómeno de migración del campo a la ciudad. Claude Bataillonseñala que para 1960 los migrantesrepresentaban el 42% del conjunto de habitantes del Distrito Federal. Por otra parte, el desarrollo económico generó en algunos sectores mejores condiciones de vida, que aunadas a la propia tendencia natural del crecimiento demográfico contribuyeron especialmente a la expansión acelerada de la ciudad de México.

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