El viajero funesto. El cólera morbus en la ciudad de México, 1850

Autor(es): Salvador Rueda

Resumen: El medio siglo, promedio de esperanzas, conflictos y transformaciones se sintió en muchos lugares como el principio de la “época de la seguridad”. No aquí: el falso sosiego de la rutina no podía desplazar cierta ansiedad por lo inmediatamente venidero y a duras penas haría olvidar lo inmediatamente pasado. Pues las noticias anunciaban un peligro inminente para la capital; el futuro era incierto tanto para los individuos ricos como para los pobres, y también para la nación que se quería construir dentro de los cánones vigentes de la llamada “civilización moderna”. Desde los primeros días de enero -colocación de lo noticiado en 1849- las noticias tenían un sabor amargo, sabor a posible despedida. Y es que, junto a laspolémicas políticas y a las notas sobre la situación económica del país, aparentemente los presagios de graves problemas, literalmente vitales, anunciaban el regreso de uno de los jinetes de la muerte, incontenible, que se acercaba a la ciudad de México desde el norte. La memoria hacía el resto: se recordaba su terrible paso el año de 1833, cuando diezmó a la población. Era el cólera asiático (cholera morbus), al parecer procedente-de Nueva Orleans -puerto americano de entrada de esta pandemia-, y que rápidamente invadía los estados occidentales. Se creyó que tras el cólera venía la viruela, según se apreciaba en los periódicos (se conocieron casos en San Fernando y Soto la Marina, Tamaulipas, yen Linares, Nuevo León, en ese mismo enero); igualmente mortífera; se temió qu.e la viruela acabara con’ la labor destructora que venía dejando’aquéL Sin embargo, “el funesto viajero”, como,se le llamó al cólera en ese entonces, se movía solitario.

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