Autor(es): María Isabel Grañén
Resumen: La historia del grabado en la Nueva España no puede estudiarse al margen de la historia de la imprenta. Las imágenes que ilustraron los libros producidos en México durante el siglo XVI fueron los grabados xilográficos. Estos se realizaban en una placa de madera sobre la cual se delineaba urí dibujo, que era a continuación labrado en espesor y que, al entintarse, permitía el prensado en un soporte sobre el cual dejaba la imagen deseada. Las ilustraciones grabadas en madera se incorporaron a los libros impresos con tipos sueltos, de forma que las planchas en las que se habían grabado las imágenes se incorporaban a la columna y se imprimían a la vez que la composición.