Los documentos antiguos, además de preservados, deben ser socializados: Diego Prieto
*** El director general del INAH y el embajador de Japón en México presentaron la plataforma virtual de la Crónica Mexicana
*** El nuevo espacio digital busca fomentar el estudio y análisis del manuscrito inestimable del patrimonio documental de la nación
El embajador de Japón en México, Yasushi Takase, y el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, encabezaron el lanzamiento de la plataforma digital de la Crónica Mexicana, uno de los documentos antiguos más consultados sobre la historia de México, escrito en el siglo XVI y atribuido al indígena Hernando de Alvarado Tezozomoc, el cual ya está accesible en línea para cualquier interesado.
Durante la presentación, efectuada en la Dirección de Estudios Históricos (DEH), Takase dijo que, gracias a la cooperación académica entre México y Japón, a partir de este día están disponibles para todos los investigadores y el público en general, distintas versiones de la inestimable obra histórica de enorme importancia, la cual narra el devenir del pueblo azteca.
El sector académico, refirió, es uno de los pilares más importantes de la relación bilateral entre ambas naciones, y da amplias posibilidades para profundizar en el intercambio e incrementar el conocimiento mutuo. “Con la apertura de la plataforma de Crónica Mexicana, las instituciones japonesa y mexicana aportan, de manera conjunta, una herramienta extraordinariamente útil para la investigación académica. Este proyecto combina el patrimonio cultural de México con la tecnología de punta de Japón”.
El titular del INAH, el antropólogo Diego Prieto, destacó que la genealogía mexicana es dual e indisoluble, y este quinto centenario de la irrupción europea al continente americano y posterior conquista de México, brinda una ocasión singular para reinterpretar lo indígena, lo español, lo afromexicano y lo mestizo, “porque la Conquista fue obra de esas porciones nuestras que hoy nos integran y, para comprenderlo, la Crónica Mexicana configura un testimonio insustituible.
“De ahí la relevancia que esta plataforma salga a la luz justo ahora”, señaló al tiempo de subrayar la importancia de colocar las distintas versiones de la obra en Internet, por la gran difusión que se le dará, la cual fomentará su estudio y análisis comparativo, “porque estos emblemáticos manuscritos, además de preservarlos, deben ser, ante todo, socializados”.
El antropólogo recordó que la plataforma digital Crónica Mexicana es resultado de un proyecto interinstitucional, interdisciplinario e internacional, desarrollado por la DEH, la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y la Universidad de Senshu, Japón, el cual, a través de recursos digitales, pone al alcance de cualquier persona en el mundo, esta obra fundamental de la historiografía mexicana.
Prieto destacó que para la concreción del proyecto fue fundamental la estrecha cooperación de Japón, en especial, la colaboración del Proyecto Estudios Comparativos de las Civilizaciones Antiguas de América, dirigido por Kazuo Aoyama, de la Universidad Ibaraki, así como de la Universidad Senshu.
Asimismo, agradeció el apoyo del Archivo General de la Nación (AGN) y de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH), repositorios en los que se localizan las copias manuscritas ahora digitalizadas, así como de todos los expertos que contribuyeron con sus textos para enriquecer el conocimiento de la Crónica Mexicana en el nuevo espacio virtual.
La plataforma fue comentada por Aurora Díez-Canedo, académica del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM; y por Gabriela Pulido Llano, directora general de Memoria Histórica y Cultural de México.
Quienes expusieron sobre los artículos que se pueden consultar: siete estudios escritos por especialistas con distintos enfoques y formación académica, adscritos a universidades de México, Japón, Italia y Argentina.
En tanto, Pulido se refirió al soporte y a las ventajas que ofrecen las tecnologías de información, no sólo para compartir el conocimiento de este tipo de acervos sino para su preservación, “es fundamental que los humanistas le pierdan miedo a la tecnología, porque es una magnifica forma de divulgar el conocimiento que generan investigaciones de años, pero, desgraciadamente, todavía no es valorada por el ámbito académico”.
A la presentación acudieron el director de la BNAH, Baltazar Brito, y el titular del AGN, Carlos Ruiz Abreu, quien informó que la plataforma de la Crónica Mexicana será integrada a la base de datos del AGN, y además enriquecerá la Memoria Histórica y Cultural de México, una gran plataforma nacional en la que el archivo a su cargo colaborará con acervos documentales, fotográficos y de video, cuyo lanzamiento se ha planeado para noviembre próximo.
Brito comparó el acontecimiento con el momento de la publicación del Códice Florentino, el cual durante muchos años no se podía consultar y las investigaciones sobre su contenido eran pocas. “Cuando se decide publicarlo, en 1979, automáticamente se multiplicaron sus estudios, porque los investigadores, incluso los noveles y quienes no se dedican profesionalmente a la historia, tuvieron acceso a la fuente.
“Poner al alcance una crónica tan importante para la historiografía mexicana es fundamental para que se multipliquen los estudios; como es digital, llegará a muchas más personas que los miles de ejemplares que se hicieron del Florentino”.
La Crónica Mexicana
Elaborada en el siglo XVI, por el indígena Hernando de Alvarado Tezozomoc, cuenta la “historia oficial” de la casa gobernante tenochca. Su contenido parte de una narrativa que glorifica el pasado de Tenochtitlan, pues él buscaba inscribir el legado de la nobleza mexica, a la que perteneció.
Fue escrita en castellano con vocablos en náhuatl, su estructura corresponde a la tradición europea, compuesta de capítulos con títulos; sus múltiples copias, elaboradas entre los siglos XVII y XIX, están conformadas por entre 900 y mil 200 fojas. La más antigua está resguardada en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, en Washington, pero no ha sido posible localizar el original y tampoco hay evidencia que su autor la haya escrito de su propia mano.
Por la importancia de la obra, desde el siglo XVII hasta el XIX se elaboraron diversas copias manuscritas, mismas que hoy se encuentran esparcidas en distintos repositorios documentales de México, Estados Unidos y Francia. En la plataforma se puede consultar las dos versiones que se resguardan en México, una en el AGN y otra en la Colección Antigua de la BNAH del INAH.
La digitalización de alta calidad de las dos versiones del documento está acompañada de sus respectivas paleografías; un corpus de textos, resultados del análisis y estudio a los cuales se ha sometido, así como una bibliografía actualizada con más de 300 entradas.
De este modo, el equipo que la concibió y la hizo posible —también presente en el lanzamiento—, conformado por Clementina Battcock, historiadora de la DEH; por Berenise Bravo Rubio, investigadora de la ENAH; y por Yukitaka Inoue Okubo, especialista en historia de México de la Universidad de Senshu, tiene el objetivo de fomentar su estudio y análisis como parte del inestimable patrimonio documental de la nación.